domingo, 27 de noviembre de 2011

39 escalones

 Querida Lola:

 El otro día bajé al sótano de esa casa cuya puerta enmarca un desornamentado alfiz, a ver a nuestro común amigo Roberto Costa. Le sugerí que saliese de las tinieblas, por una vez, y subiese los treinta y nueve escalones que tú no hace mucho levantaste. El preguntó por qué. Yo sólo le dije que lo comprendería cuando lo hiciese (sí, un recurso algo novelesco, lo reconozco).

Esta mañana apareció por aquí y, sin saludos previos ni nada de eso, me soltó: "Tenías razón, allí arriba todo es muy bello, verdaderamente bello". Pensé que debías saberlo.

Un beso.

Nota: Al leer el poema 'volver' me he acordado - no es que crea que tenga más vínculos que las propias palabras utilizadas, tú en los versos y yo en el título- del relato de alfiz: Antes de ayer 



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